Esta publicación que tienen a su vista, me ofrece la oportunidad de exponer y ofrecer mi opinión sobre nuestro Arte Flamenco. Y, más concretamente, en su relación con Granada. O sea, de los cantaores que ha dado nuestra tierra. Porque como digo en otra entrada de mi blog, siempre, o casi siempre, se ha especulado desde el resto de Andalucía, de la Granada cantaora, llegándose a decir que Granada es tierra de guitarristas, bailaores-as, pero nunca de cantaores-as. Esto incluso lo llegué a oír hace años en el programa televisivo de Canal Sur "La Puerta del Cante", a preguntas del presentador Manuel Curao, con objeto de ser llamados para dicho programa los cantaores granadinos, a un aficionado conocedor y peñista, que así lo certificó.
Por mi parte debo decir que estas cosas duelen; pero más cuando vienen de un granadino que se las da de muy entendido, y además alardea de ello. Con su repuesta lo que hizo fue hacerle un daño grandísimo a todos los cantaores que por aquellos entonces habitábamos con ilusión y entrega los artísticos de la ciudad y provincia. Aquel programa pudo haber sido una rampa de lanzamiento para algunos, pero mientras que por allí pasaron todos los artistas de Andalucía, nosotros nos tuvimos que conformar con verlos por la tele.
En una entrevista que le hacen en el diario Ideal a Antonio Cuevas "El Piki", se queja con amargura: "... no veo luz, ni puertas abiertas por ningún sitio, al contrario, me las están cerrando, no sé por qué, pero necesito vivir y comer, y para hacerlo tengo que ausentarme de mi tierra..."
Antonio Cuevas "El Piki"
Aquí se ha llegado a criticar al mismísimo Enrique Morente, más que en cualquier sitio. Y cierto es que hemos tenido dos problemas: los sabelotodo y el deporte nacional que es la envidia, y que en nuestra tierra está bastante acentuada; basta con decir que el primero en criticar a un cantaor es su propio compañero.
El desconocimiento que se tiene de este arte tan grande por parte de la gente que lo maneja -llámense Instituciones, Peñas, Entidades culturales y un amplio abanico de gestores-, y que siempre se han dejado llevar, o casi siempre, por la mediocridad. Lamentablemente se ha valorado más lo negativo de fuera que lo bueno de dentro. ¡Ah! Y sigue siendo así. Pero vamos a ver si desmontamos ya de una vez este maleficio que tenemos y demostramos que Granada sí es cantaora.
Escribe Eduardo Molina Fajardo, en la taberna del "Faquillas" en el Campo del Príncipe con su riquísima colección de 300 discos antiguos de flamenco donde se recogen las más puras y valiosas voces desaparecidas y podemos evocar a toda una generación de cantaores granadinos que ofrecieron la flor de su cante desde el año 1925 en adelante.
Estos cantaores a los que se refiere Molina Fajardo, aparecieron en el último tercio del siglo XIX: Antonio el Calabacino, Antonio Camacho, Antonio Marquez, Antonio el Tejeringuero, Frasquito Yerbabuena, Manuel Rosales, Miguel Milena, Nicolar el Tuerto, Paco el del Gas, El Risa, Juanillo el Gitano, Lola Maya, etc. Sin olvidarnos de Tío José el Granadino ni de África la Pezeña. Luego vendrían ya en el siglo XX, Antonio Cuevas "El Piki", Antonio Fernández Maldonado, Carmelilla del Monte, Carmen Salinas, Curro Vega, Enrique Morente, Guzmán Alvea, José Carmona "Chocolate de Granada", Javier Montenegro, La Gazpacha, Manuel Ávila, Manuel Rodríguez "El Ruso", Miguel López "El Saeta", Miguel Mariscal, Pepe Albaicín, Ramón de Loja, Victorino de Pinos, Nene de Santa Fé... Estos son algunos nombres de los que podríamos poner, ya que como se suele decir, hemos dejado en el tintero gran parte de los nacidos a mediado del siglo XX y último tercio que son los nuevos brotes de lo que tenemos en estos momentos, como son: Pedro el Granaíno, David de Jacoba, Antonio Campos, Ana Mochón, Estrella Morente, Marina Heredia etc.
Esperemos que algún día el flamenco esté en manos de personas que de verdad sepan de lo que va, sin intereses ni partidismos, y así poder estar en el lugar que nos pertenece por derecho.
Arturo Fernández.
Antonio Cuevas "El Piki"
Aquí se ha llegado a criticar al mismísimo Enrique Morente, más que en cualquier sitio. Y cierto es que hemos tenido dos problemas: los sabelotodo y el deporte nacional que es la envidia, y que en nuestra tierra está bastante acentuada; basta con decir que el primero en criticar a un cantaor es su propio compañero.
El desconocimiento que se tiene de este arte tan grande por parte de la gente que lo maneja -llámense Instituciones, Peñas, Entidades culturales y un amplio abanico de gestores-, y que siempre se han dejado llevar, o casi siempre, por la mediocridad. Lamentablemente se ha valorado más lo negativo de fuera que lo bueno de dentro. ¡Ah! Y sigue siendo así. Pero vamos a ver si desmontamos ya de una vez este maleficio que tenemos y demostramos que Granada sí es cantaora.
Escribe Eduardo Molina Fajardo, en la taberna del "Faquillas" en el Campo del Príncipe con su riquísima colección de 300 discos antiguos de flamenco donde se recogen las más puras y valiosas voces desaparecidas y podemos evocar a toda una generación de cantaores granadinos que ofrecieron la flor de su cante desde el año 1925 en adelante.
Estos cantaores a los que se refiere Molina Fajardo, aparecieron en el último tercio del siglo XIX: Antonio el Calabacino, Antonio Camacho, Antonio Marquez, Antonio el Tejeringuero, Frasquito Yerbabuena, Manuel Rosales, Miguel Milena, Nicolar el Tuerto, Paco el del Gas, El Risa, Juanillo el Gitano, Lola Maya, etc. Sin olvidarnos de Tío José el Granadino ni de África la Pezeña. Luego vendrían ya en el siglo XX, Antonio Cuevas "El Piki", Antonio Fernández Maldonado, Carmelilla del Monte, Carmen Salinas, Curro Vega, Enrique Morente, Guzmán Alvea, José Carmona "Chocolate de Granada", Javier Montenegro, La Gazpacha, Manuel Ávila, Manuel Rodríguez "El Ruso", Miguel López "El Saeta", Miguel Mariscal, Pepe Albaicín, Ramón de Loja, Victorino de Pinos, Nene de Santa Fé... Estos son algunos nombres de los que podríamos poner, ya que como se suele decir, hemos dejado en el tintero gran parte de los nacidos a mediado del siglo XX y último tercio que son los nuevos brotes de lo que tenemos en estos momentos, como son: Pedro el Granaíno, David de Jacoba, Antonio Campos, Ana Mochón, Estrella Morente, Marina Heredia etc.
Esperemos que algún día el flamenco esté en manos de personas que de verdad sepan de lo que va, sin intereses ni partidismos, y así poder estar en el lugar que nos pertenece por derecho.
Arturo Fernández.