Ardua tarea me ha costado poner en mi blog un poco de biografía de este cantaor granadino ya que su hijo también cantaor me ha estado dando largas.
Victorino Campos Fernández, más conocido en el mundo del flamenco por "Victorino de Pinos", nace en la ciudad de Pinos Puente provincia de Granada en el año 1930, de una larga familia gitana. Nadie hasta él había cantado antes.
A la edad de 10 u 11 años era Victorino, la estampa de un gitanillo desarrapado que hace gracias para que le den algo y al que los "señoritos" de la época comienzan a llamar para que les cantara en sus fiestas. También solía acudir a la pescadería, donde había otros jóvenes cantaores y tocaores. Por aquel tiempo, los cantaores que más le gustaban a Victorino son Pepe Pinto, Manuel Vallejo y Antonio Mairena.
Definitivamente influyen en su forma de cantar, Mairena, Juan Talegas, Terremoto y, fundamentalmente, el hijo de Manuel Torre con el que pasa las noches en un carmen albaicinero cantando y escuchando cantar el uno al otro.
Me dicen que Victorino, de entre sus infinitas noches de juergas flamencas para poder ganarse la vida en aquellos tiempos, quemó los que fueron sus años de esplendor. Contaba que en una de estas noches con Manuel Martín Liñán, dueño de las Bodegas Granadinas y otros aficionados, les amaneció en Almuñécar bajo unos naranjos a las doce del día siguiente. Pero eso si no recordaba donde empezaron.
Victorino había ganado en el año 1950 el concurso "Hacia la Fama" y, en el año 51 el primer premio en un concurso que se celebró en la plaza de toros de Granada y en el que intervinieron los cantaores citados en el cartel que tenemos expuesto.
El importe de dicho premio fueron 750 pesetas. En la misma velada, vemos que aparece Juan Carmona "Habichuela" haciendo pareja de baile con María "La Golondrina". También ganó el concurso de Güéjar Sierra y queda finalista en el concurso del Cincuentenario.
Según comentaba, decía sentirse orgulloso de haber sido acompañado a la guitarra por el Niño Ricardo, Paco de Lucia, pero sobre todo, por Sabicas, el cual tenía un disco de Victorino del que comentaba que más gitanito no se pué cantá.
No obstante, fue un cantaor tímido de cara al público. Pero encerrado en el cuarto de los cabales, era distinto. Los que le escucharon siempre hablaron bien de él, incluso el mismo Antonio Mairena vino porque se lo habían comentado a escucharlo personalmente y se vio negro para arrancarlo.
El cante, para él, fue un sentimiento que le recordaba las fatigas y las penas, como a otros tantos.
Fue padre de seis hijos, el mayor Nino de Granada que ha seguido sus pasos y es un buen cantaor, y Luis Campos que toca la sonanta
Arturo Fernández.
Gracias, amigo Arturo, por estos valiosos datos.
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