"Al cante hay que echarle un eco de voz sentimental para que, el que está escuchando, se acuerde de varios tiempos..." había dicho este cantaor que, aunque granadino de adopción, había nacido en Jerez de la Frontera en el año 1896.
Manuel Celestito Cobos "Cobitos", llega a Granada en el año 1921. Aquí conocería a la que sería su mujer, la cual se dedicaba a vender por aquel entonces caramelos y pipas por la zona donde estaba ubicado el café cantante de Pepe Cuéllar. Contaba Cobitos que una vez que lo vio actuar en dicho café le dijo: "canta usted muy bien". "Muchas gracias, mujer". Y empezamos, hicimos amistad...: ¡quién lo iba a decir!, nos casamos, nos fuimos a Córdoba y allí vivimos siete u ocho años, y fue allí donde gané mi primer premio, quedando segundo en un concurso de saetas que organizaba el ayuntamiento. El primer premio se lo dieron a una muchacha que tenía muy buena voz-porque en aquel entonces no había micrófonos ni nada de eso. Después le cantemos los dos a todos los pasos desde el balcón del Ayuntamiento.
Manuel en su carrera artística cosecharía entre quince o veinte premios, entre los que se encuentran: cuatro de Fuengirola, dos de Málaga, entre diez o doce en la Unión; premios por malagueñas, por soleá, por tarantas, por cartageneras etc.
Manuel Celestino cantó en el Café de Chinita con las más señeras figuras del flamenco como fueron,: la Niña de los Peines, Manuel Torre, Vallejo, Marchena...
Manuel, decía: que quién hacía los cantes de Frasquito Yerbabuena era él--. A mí siempre me gustaron mucho sus cantes y por eso, por lo que me gustaban los aprendí y los canto ahora exactamente igual que él, lo que no hace nadie... Yo le he hecho letras, que las tengo grabadas, cantadas por el cante suyo, esto decía Cobitos de su amigo Yerbabuena.
Manuel Celestino fue un cantaor con una voz pequeña, corta, casi un hilo. Pero su modulación y la forma de ejecutar los palos más difícil, le ganaron la amistad y el respeto de los más exigentes. A veces, le oí, con aquel hilo de voz, alargar los tercios y parecía que no iba a poder salir. Pero Cobitos , salía con la misma facilidad con la que empezaba. Hay una anécdota muy curiosa de Manuel, y es que en un festival en Guadix, preguntó ¿quien me va a tocar?, y le respondieron: aquél, Paco.Mirando respondió: ¡aquél! Ese no me toca a mi, que corre mucho. El personaje al que me refiero, era nada más y nada menos que, Paco de Lucia.
Manuel nos dejó a la edad de noventa años, el día 22 de febrero de 1986. Hay que agradecerle que si hoy conocemos la soleá del "Portugués", del que la había aprendido en su juventud, se lo debemos a él.
Arturo Fernández.
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