De padres gitanos, desde niño ya supo que quería ser cantaor. Pepe también estuvo viviendo en Churriana de la Vega, Huetor Vega y La Zubia desde donde se desplazaba a Granada siendo un niño para cantar por los bares y sacarse un dinerillo con el que ayudar en la casa; luego ya se vinieron a vivir definitivamente a Granada.
A la edad de 10 años actuó para el gran público en el teatro Cervantes, cobrando en aquellos tiempos la cantidad de 7 pesetas. Con 11 años lo contrata para su compañia de variedades Miguel del Castillo para cantar en la Plaza de Toros del Triunfo junto a Juanito Valderrama, Niña de la Puebla, Luquitas de Marchena y Ramón Montoya, entre otros; luego ya más adelante trabaja en las Zambras del Sacromonte de María la Canastera y la Rocío. También trabaja en, los Rosales, Zoraida, El Álamo y Jadines Alberto, que es cuando Pepe graba los poemas del Cante Jondo de Federico García Lorca, porque no hay que olvidar que fue el primer cantaor que cantó los temas lorquianos cuando entonces esto era tabú y te jugabas el cuello. Yo me precio de haber conocido a Pepe y hoy todavía me pregunto como se atrevió a cantar los temas de Federico. Pepe tuvo sus problemillas pues un día llegó un comisario de policía y prohibió que se siguiera cantando con amenaza de detenerlo. Al dueño de Jardines Alberto como le interesaba que Pepe siguiera cantando, lo convenció para que no se fuera y, ya no volvieron a molestarlo.
En 1962 formó cartel en el 2º Festival de Cante Jondo del Paseo de los Tristes, por aquel entonces quizás, el mejor festival que se hacía en España, junto al maestro Mairena, Fosforito, El Chocolate, Juan Varea, Curro de Utrera, Antonio Ranchal y Jarrito.
En su larga trayectoria grabó una treintena de discos, amén de cosechar numerosos galardones, fue homenajeado en numerosas ocasiones, pero lo que es más importante es que Granada ha sabido reconocerlo nombrándolo Hijo Predilecto.
Querido amigo Pepe: Yo no podía olvidarme de ti en este mi blog, ya que fueron muchos los momentos que pasamos los dos cantando por esos pueblos de nuestra geografía granadina, y en nosotros había más que una amistad, un cariño sincero de amigos y compañeros de fatigas.
Como digo, por esos pueblos de Dios, donde a veces los escenarios eran lo más parecido a un gallinero que a un propio escenario; y de esto se sabe bastante en el mundo del flamenco, ya que hasta hace unos cuantos años este arte no ha estado como todos sabemos en el lugar que le pertenecía por méritos propios; por suerte hoy en día va cogiendo ese lugar que le pertenece.
Pero vamos con Pepe. me parece que lo estoy viendo en el Club Taurino o en los Mariscos tomándonos un tinto siempre impecable con su traje y esos zapatos que te podías mirar en ellos, de limpios. Entrañable amigo: para mí fue un orgullo y una satisfacción conocerte a ti y a tu familia y me enorgullezco de haber sido tu amigo, nunca te olvidaré y siempre tendrás un sitio en mi.
Querido amigo Pepe: Yo no podía olvidarme de ti en este mi blog, ya que fueron muchos los momentos que pasamos los dos cantando por esos pueblos de nuestra geografía granadina, y en nosotros había más que una amistad, un cariño sincero de amigos y compañeros de fatigas.
Como digo, por esos pueblos de Dios, donde a veces los escenarios eran lo más parecido a un gallinero que a un propio escenario; y de esto se sabe bastante en el mundo del flamenco, ya que hasta hace unos cuantos años este arte no ha estado como todos sabemos en el lugar que le pertenecía por méritos propios; por suerte hoy en día va cogiendo ese lugar que le pertenece.
Pero vamos con Pepe. me parece que lo estoy viendo en el Club Taurino o en los Mariscos tomándonos un tinto siempre impecable con su traje y esos zapatos que te podías mirar en ellos, de limpios. Entrañable amigo: para mí fue un orgullo y una satisfacción conocerte a ti y a tu familia y me enorgullezco de haber sido tu amigo, nunca te olvidaré y siempre tendrás un sitio en mi.
Rafael Gómez Montero, Pepe Albaicín y Juan de la Lucia
A mi amigo, Pepe Albaicín.
El eco de tu cantar
desde el Paseo de los Tristes
hasta el Albaicín llegó.
En un lamento de pena
que por el aire quedó.
Tú, que cantaste los verso
que Federico escribió,
Poema del cante Jondo,
que eran puñales en tu voz.
Aquella tarde de mayo,
el aire se los llevó;
tú te fuiste tras de ellos
y tu grito se apagó.
Y las guitarras lloraron,
y la noche no durmió,
te buscaron por las zambras,
pero ya nadie te vio.
De luto quedó el Camino
que tantas noches escuchó;
aquellos ecos profundos
y el quejío de tu voz.
Ya se fueron los suspiros
por los dos ríos remando,
llegando al Guadalquivir,
entre olivos y naranjos.
Ya no bajará la luna
con su polisón de nardos.
Y el niño que la miraba,
en la fragua está llorando.
Arturo Fernández.
PEPE ALBAYZIN ERA MI ABUELO ERA EL MEJOR CANTAOR DEL CANTE JONDO ERA BUENO EN SU TRABAJO Y COMO PERSONA MAS ERA AMIGO DE TODO EL MUNDO Y MUY QUERIO POR SU FAMILIA EN FIN LO QUIERO MUCHO OLE PARA MI ABUELO DE TU NIETA EVA MALDONADO MALDONADO
ResponderEliminarLo recuerdo como si fuera ayer subiendo Cuesta Alhacaba camino del Sacromonte, siempre impecable con traje y muy repeinado y, como bien he leído, sus zapatos relucientes como el charol. Gran cantaor granaino del que guardó muy buenos recuerdos.
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