El pasado sábado estuve acompañando a mi amigo Antonio Marín en el nombramiento que la Peña de la Plateria le hizo como socio de honor de dicha entidad, por su trayectoria como maestro artesano en la construcción de guitarras, tanto de corte clásico como de flamenco. Al acto asistieron familiares y amigos de Antonio, así como una buena parte de guitarreros granadinos, que querían estar con él en este día. Ya en 2007 también le fue otorgado el premio de las Bellas Artes por la Universidad de Granada. Hombre humilde y mejor persona, y es por esto por lo que quiero resaltar un poco su trayectoria guitarrera.
ANTONIO MARIN MONTERO, nace en Granada en enero de 1933, en la Plaza Puerta de Sol del granadino barrio del Realejo. Llega al mundo guitarrero sin antecedentes familiares y tras vencer muchas dificultades en su paso por diversos talleres de ebanistería, con muy corta edad lo encontramos en el obrador de Francisco Moya, donde no dura mucho tiempo ya que Recadero Veredas observó en el muy buenas cualidades para la gubia y se lo llevó consigo a su taller.
En el año 1957, ingresa en el taller del maestro Pérez y dos años más tarde, su padre le aconseja que se acerque a la Cuesta de Gomerez, al pie de la Alhambra, donde les espera Eduardo Ferrer, con el que comienza una estrecha relación y comienza su carrera como guitarrero.
En 1977, visita en Francia al maestro luthier Robert Bouchet, considerado uno de los más importantes de la historia, siendo sus instrumentos de los más valorados en las guitarras de colección. Ambos se hicieron excelentes amigos, trabajaron juntos en varias guitarras y Antonio, sigue desde entonces su escuela quedando como su único discípulo, usando su hacer, sus métodos, plantillas y sus tiempos.
Su amor por la perfección ha propiciado que jóvenes y menos jóvenes guitarreros, se acerquen a su taller para aprender del maestro los misterios y entre fijos de este noble oficio.
Antonio Marín, se ha convertido desde el comienzo de su carrera, como artesano de la guitarra en estandarte y embajador de Granada en los cinco continentes. Su decisión de cambiar en su juventud la ebanistería, en la que tenía una ganada reputación, por la lutheria, ha reportado en la ciudad de Granada uno de sus mayores exponentes a nivel mundial,
Reconocido internacionalmente como Maestro de la escuela granadina, mantiene un prestigio a nivel mundial. Antonio Marin, que no solo ha dejado su propia obra en manos de los guitarristas y concertistas más importantes y prestigiosos del mundo, si no que ha admitido discípulos en su taller, que hoy son los herederos de su arte y están considerados exponentes mundiales en su profesión.
Tal es la veneración intenacional por Antonio, que llegan continuamente guitarreros de todo el mundo a Granada, para establecerse cerca del maestro, junto a el en su taller artesanal de la Cuesta del Caidero en Granada, donde Antonio ejerce con maestría su cátedra del sonido, para poder estar junto a el y poder recibir los consejos del Maestro, consejos que por otro lado, nunca escatima en dar.
A sus 80 años, recién cumplidos, Antonio Marin Montero, prosigue día tras día, incansable, creando sonido que llenará el alma de los guitarristas que los produzcan en sus instrumentos por el resto de sus vidas y mayor placer de las personas y/o espectadores que tengan a bien acudir a sus conciertos.
Pocos artesanos han conseguido dejar tanto hecho en su vida y conseguir enaltecer el nombre de Granada, su ciudad, como ha hecho y hace Antonio Marin.
Arturo Fernández.
Arturo Fernández.
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