En la mañana del sábado 14 -07-2012, sobre las 11'20 de la mañana estoy entrando en la bellísima localidad de Montefrio, pueblo de la comarca de los montes occidentales de la provincia de Granada. Al frente se divisa su precioso castillo de la época nazarí. Las veces que he venido a este bello pueblo, siempre habían sido para cantar, pero el motivo que me trae hoy aquí está en que he quedado a las 11'30 con el amigo Cristóbal para que me cuente un poco de su vida, pues aunque ya hay algo escrito sobre él, le quería escuchar en primera persona, si bien es verdad que tampoco me ha contado mucho que no supiéramos ya, pero es que el amigo Cristóbal el día 3 de abril, sufría una parálisis por la que tuvo que ser ingresado en el Hospital Clínico de San Cecilio, y aunque se ha repuesto y está perfectamente el hombre a sus 82 años, ya hay cosas de las que no se acuerda. Cuando llego a Montefrio ya me estaba esperando, y se extraña de que sea puntual, me dice que él es puntual, y que cuando dice algo lo cumple, a lo que yo le respondo: que a mí me pasa lo mismo, así que el hombre agradecido, me lleva hasta su casa y me cuenta…
Cristóbal Trujillo Garrido, de la familia de los mollas, nació un 11-12-1930 en la C/ Pedro Villanueva en Montefrio y no el día 20 como consta; posiblemente por la costumbre que había en algunos casos de asentar a los nacidos unos días después. Casado a la edad de 37 años con Dª Ana Pérez Pulido, siendo padres de tres hijos, desde su infancia ya sintió el cante correr por su venas, ya que su afición le vino a través de su padre y de su madre, así como también de unos primos que se canturreaban un poquito. Me cuenta Cristóbal y me canta por bajines una letra que su madre cantaba:
"Porque volar no podía,
un pajarillo piaba,
y me decía piando:
llévame con la mare mía
que a mí me estará buscando".
Cristóbal recuerda que a la edad de seis años les fregaba los platos, y les cantaba para que le dieran de comer de su rancho a los soldados de un destacamento, que en tiempos de la guerra había en Montefrio y así empezaron sus comienzo en el cante.
A la edad de 8 o 10 años ya lo sacan de la escuela para trabajar en el campo, labor a la que se dedicaban toda su familia y cosa que él haría hasta ya bastante mayor, que un buen día compró según sus palabras una bestia y se puso a repartír pan por los cortijo de alrededor, de ahí lo de "Panaero de Montefrio". Por aquellos tiempos solía escuchar a través de la radio para aprender a Vallejo, José Palanca, Niña de los Peines, y como no al "Cargaíllo" como le decían al que fue su amigo Manuel Ávila y con el que se presento en el año 56 al Concurso Nacional de Cante Jondo de Córdoba, año donde un tal "Fosforito" arrasó con todos los premios. También se presentaron los dos en el concurso del cincuentenario donde Manuel consiguió el cuarto premio, pero él no pasó el corte. Me cuenta, que un día estando con el Niño Vélez le preguntó a este que como hacía la salía por soleá, a lo que este le contesta: ¡apréndela como lo he hecho yo! Con Paco de Montefrio recorrió gran parte de la campiña cordobesa, por los pueblos de Priego, Carcabuey, Rute,.... cantó con Canalejas, Antonio Ranchal y algunos más, grabó un disco con la guitarra de Miguel Ochando en los estudios Sonisur de Montilla, y hasta el día de hoy en que ya el hombre con su 82 años sale poco de casa.
Arturo Fernández.
Llevo el flamenco dentro de mi porque cuando lo oigo me apasiona.Es lo único que puedo decir. Empece a aprender guitarra clásica hace 6 años.
ResponderEliminarUn saludo para Arturo Fernández somos amigos a través de la guitarra de Antonio Marín que fui a buscar en febrero a Granada y me traje a Tenerife.
Chema, si por casualidad volvieras por Granada, avisame con tiempo, para echar un ratito de cante, con el maestro Antonio.Un saludo
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