13/12/10

SI NO HAY MOTIVO NOS LO INVENTAMOS

El sábado 4 de diciembre con motivo de la llegada a Granada del amigo Hisashi, Armando López nos reunió a una serie de amigos en el restaurante Seis Peniques situado en ese maravilloso barrio y tan granadino como es el Realejo, donde por cierto el amigo José nos dió bien de comer y echamos un rato muy divertido, que es de lo que se trataba y a fe que lo conseguimos.
Fue una velada completa para no olvidar y no dejar mucho tiempo sin que hagamos otra. Entre los que asistimos se encontraba Armando Javier López con su señora Agustina y como no, con su guitarra. El amigo Armando es un muy buen tocaor sobre todo de música clásica, española, boleros y también le da al flamenco. También asistieron Rafael Valenzuela presidente de la Peña la Parra Flamenca y su esposa Toñi, Mateo Tejera con Encarnita su esposa, que juntos con Rafael y nuestro fotógrafo particular el amigo José Morillas se hartaron de cantar, Paco García y su compañera Mª Ángeles, y como no, un servidor con mi señora Isabel que de vez en cuando tiene unos golpes muy buenos.
 Fotografía de arriba de derecha a izquierda: Hisashi, José Morillas. Rafael y Toñi, fotografía de la izquierda, de derechas a izd. Rafael, Toñi, Isabel y Arturo.

El vino es lo que más ha civilizado al mundo
Francois  Rabelais
Hay dos palabras que te abrirán
muchas puertas "tire y empuje"


                                                                         
Aquí con Paco y Mª Ángeles


El vino...,el vino la guitarra
y un cantar, en una noche
entre amigos, no se puede
pedir más.

                          A. Fernández

 En esta se incorporan en primer plano Agustina y José Morillas


Me comía, me comía,
me comía una ensalá
una tortilla de papa,
y ya para rematar
una pata de cordero
que estuviera bien asá.

                        Arturo Fernández

A la derecha, Mateo y su  señora Encarnita.




Espero amigos que no pase mucho tiempo sin que echemos otro  buen momento.

P.D.
Si no hay motivo nos lo inventamos.


http://www.youtube.com/watch?v=3qF-5PgX_aQ   <<<<                 Ver Vídeo

30/7/10

PEPE ALBAICIN BIOGRAFIA


          José Maldonado Maldonado nació en Armilla (Granada) en 1925 y murió en Granada en el 2000.
          De padres gitanos, desde niño ya supo que quería ser cantaor. Pepe también estuvo viviendo en Churriana de la Vega, Huetor Vega y La Zubia desde donde se desplazaba a Granada siendo un niño para cantar por los bares y sacarse un dinerillo con el que ayudar en la casa; luego ya se vinieron a vivir definitivamente a Granada.
        A la edad de 10 años actuó para el gran público en el teatro Cervantes, cobrando en aquellos tiempos la cantidad de 7 pesetas. Con 11 años lo contrata para su compañia de variedades Miguel del Castillo para cantar en la Plaza de Toros del Triunfo junto a Juanito Valderrama, Niña de la Puebla, Luquitas de Marchena y Ramón Montoya, entre otros; luego ya más adelante trabaja en las Zambras del Sacromonte de María la Canastera y la Rocío. También trabaja en, los Rosales, Zoraida, El Álamo y Jadines Alberto, que es cuando Pepe graba los poemas del Cante Jondo de Federico García Lorca, porque no hay que olvidar que fue el primer cantaor que cantó los temas lorquianos cuando entonces esto era tabú y te jugabas el cuello. Yo me precio de haber conocido a Pepe y hoy todavía me pregunto como se atrevió a cantar los temas de Federico. Pepe tuvo sus problemillas pues un día llegó un comisario de policía y prohibió que se siguiera cantando con amenaza de detenerlo. Al dueño de Jardines Alberto como le interesaba que Pepe siguiera cantando, lo convenció para que no se fuera y, ya no volvieron a molestarlo.  

          En 1962 formó cartel en el 2º Festival de Cante Jondo del Paseo de los Tristes, por aquel entonces quizás, el mejor festival que se hacía en España, junto al maestro Mairena, Fosforito, El Chocolate, Juan Varea, Curro de Utrera, Antonio Ranchal y Jarrito.
En su larga trayectoria grabó una treintena de discos, amén de cosechar numerosos galardones, fue homenajeado en numerosas ocasiones, pero lo que es más importante es que Granada ha sabido reconocerlo nombrándolo Hijo Predilecto.

Querido amigo Pepe: Yo no podía olvidarme de ti en este mi blog, ya que fueron muchos los momentos que pasamos los dos cantando por esos pueblos de nuestra geografía granadina, y en nosotros había más que una amistad, un cariño sincero de amigos y compañeros de fatigas.
     Como digo, por esos pueblos de Dios, donde a veces los escenarios eran lo más parecido a un gallinero que a un propio escenario; y de esto se sabe bastante en el mundo del flamenco, ya que hasta hace unos cuantos años este arte no ha estado como todos sabemos en el lugar que le pertenecía por méritos  propios; por suerte hoy en día va cogiendo ese lugar que le pertenece.
          Pero vamos con Pepe. me parece que lo estoy viendo en el Club Taurino o en los Mariscos tomándonos un tinto siempre impecable con su traje y esos zapatos que te podías mirar en ellos, de limpios. Entrañable amigo: para mí fue un orgullo y una satisfacción conocerte a ti y a tu familia y me enorgullezco de haber sido tu amigo, nunca te olvidaré y siempre tendrás un sitio en mi.


 Rafael Gómez Montero, Pepe Albaicín y Juan de la Lucia

A mi amigo, Pepe Albaicín.

El eco de tu cantar
desde el Paseo de los Tristes
hasta el Albaicín llegó.
En un lamento de pena
que por el aire quedó.

Tú, que cantaste los verso
que Federico escribió,
Poema del cante Jondo,
que eran puñales en tu voz.

Aquella tarde de mayo,
el aire se los llevó;
tú te fuiste tras de ellos
y tu grito se apagó.

Y las guitarras lloraron,
y la noche no durmió,
te buscaron por las zambras,
pero ya nadie te vio.

De luto quedó el Camino
que tantas noches escuchó;
aquellos ecos profundos
y el quejío de tu voz.

Ya se fueron los suspiros
por los dos ríos remando,
llegando al Guadalquivir,
entre olivos y naranjos.

Ya no bajará la luna
con su polisón de nardos.
Y el niño que la miraba,
en la fragua está llorando.

 Arturo Fernández.                                                                                                              


                                                                               

                     
                                                                                  





10/1/10

Amores













Debajo del palomar
la niña estaba sentada,
ausente en el tiempo
tiene fija su mirada,
sobre la luna que teje
silencios de madrugada.

Hablaba la niña sola
contemplando cómo el agua
se va camino del mar,
dejándola desolada.

Debajo del palomar
la niña busca en el agua
las caracolas que el aire
en el agua dibujaba,
sobre las hojas caídas
que el agua se llevaba.

Y así se quedó la niña
sentada en el palomar
en el silencio del alba.

                           Arturo Fernández