29/10/13

CANTAORES GRANADINOS CURRO ALBAICÍN

           A veces,  la vida te lleva por unos caminos que tú nunca llegarías a pensar que fueses a recorrer.   Esto viene al caso,  porque la primera vez que  conocí a “Curro Albaicín” fue en una obra  donde yo aprendía los oficios de fontanero y calefactor,  y él como electricista.   Tendría yo unos quince años y él que tuviera dieciséis.  No llegamos a  tener  amistad porque al ser empresas diferentes,  simplemente nos saludábamos; así que cuando  le he comentado esto él no se acordaba,  pero yo sí porque además de que tengo mucha fisonomía, como siempre estaba cantando llamaba más la atención, y yo sin saber  siquiera de dónde era,  ni que venía de una familia que cantaban y bailaban en las zambras, porque aunque en mi casa ya cantaba un hermano mío y además  como los ángeles,  a mí lo que me gustaba era el fútbol, cosa que practicaba en el equipo de mi barrio "El Albaicín". Y,  por qué no decirlo: no se me daba mal. Tenía la ilusión de querer ser futbolista y en eso se quedó: en una ilusión. Ya con veintidós años  descubro el gusanillo del cante y empiezo a tener conciencia del mundo del flamenco en Granada. Poco a poco voy adentrándome en él, conociendo a los cantaores y tomando amistad con muchos de ellos.

          Pero vayamos con la figura de “Curro Albaicín” que es la que quiero resaltar.  Al principio de conocerlo, en esta segunda etapa,  solo nos saludábamos al no llegar a entablar una amistad.  Yo siempre le tuve cierta admiración, no sé por qué, ya que él  por así decirlo, no canta  por siguiriya o soleá que es lo que a mí me gusta. En fin,  creo que seguramente sería por estas cosas que tienen algunos artistas en el arte de transmitir que es una  impronta que va por dentro y muy poquitos la tienen.  El es de los que la tienen para llegar fácilmente  a toda la gente,  les guste el flamenco o la poesía.  Para mí,  es un artista como la copa de un pino,  amén de un luchador nato por las cosas de su barrio: El Sacromonte, de ahí mi doble  admiración,  ya que gracias a él va a quedar una reliquia de cantes que seguramente hubieran desaparecido del mundo del flamenco granadino, además de darnos a conocer por su libro: “Zambras de Granada y flamencos del Sacromonte”  una serie de datos y artistas que sin la labor que ha hecho nadie recordaría. Por todo esto y porque amo a “Graná”,   por tu amistad y por sentirme amigo tuyo,  te doy las gracias.

Para plasmar la vida artística de “Curro Albaicín” necesitaríamos escribir un libro, ya que su curriculum es verdaderamente impresionante,  así que me limitaré solo a escribir algunos de los hechos más relevantes del artista.

Francisco Guardia Contreras, "Curro Albaicín" nace en el barrio del Sacromonte  de Granada, un 22 de enero de 1948, en el seno de una familia cantaora de la dinastía de los  Cabreras. Empieza desde muy joven a cantar en la zambra de Los Amayas.  Durante un largo periodo alterna su vida artística con los negocios llegando a tener su propio tablao en el Lavadero de las Tablas, siendo el primero  en tener su  cueva por donde pasan grandes personalidades,  tales como:  los Reyes de España, Bill Clinton, Antonio Gala y  Pedro Almodóvar,  entre otros. Ha actuado por medio mundo:  Roma, Marruecos, Japón,  Francia y,  cómo no,  ha recorrido con su arte casi toda España. También trabajó para TVE y la TV  japonesa; en la Bienal de Sevilla presentó un espectáculo con las artistas mayores del Sacromonte.  Grabó varios discos y escribió varios libros y no termina una cosa cuando ya está emprendiendo otra.  Como digo,  necesitaríamos un libro con muchas páginas para plasmar toda una vida artística. 

Arturo Fernández.